"Criollo"
por Tlahuizcalpantecuhtli (Jonay)
Denodado silencio,
te despierto
con tu túnica azul,
y tu bramido;
vierto una carcajada en mi osamenta
y meto entre tus lindes una flor.
No hallo la noche,
busco mi noche
como el duende siniestro y embebido
todo en sombras
de la blasfema y púrpura nostalgia.
¡Ay!, mi querido piojo amortecido,
dame tus liendres,
tus lienzos,
tus suspiros;
dame la madrugada,
los sesos del narcotraficante,
la pasión de mamá;
dame el dolor,
el calor de un horno de pan,
los crucifijos todos del vaticano,
la cachetada de un sable,
el arrumaco infelice de los polis;
dame, si no es molestia,
un griterío,
una sandía sembrada de crisálidas,
una canción…
Yara de Mort.
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