jueves, febrero 21, 2013

Música


Por: Berto Naviera.
Tema musical: Why don't you do right.
Sound track de la película Song of self destruction.
Autor: Joe McCoy.
Intérprete: Jaclyn Haydamacha.
 

FIN DE SUEÑO 

Cuando abrió los ojos se dio de frente con aquella pared helada y turquesa.
¿Hacía ya cuántos años que estaban juntos? La había conocido en lo de Sally una tarde calurosa y húmeda de agosto que había entrado al bar de la calle Main. Sally estaba como siempre tras la barra y tenía puesta su radiante sonrisa de just on time que usaba para anclar clientes al negocio. Su rostro fresco y agradable escondía a una mujer dura y decidida que sabía cómo lidiar con clientes y pretendientes de ocasión. Él alguna vez había pensado en Sally para algo más que el bartender que escuchaba sus penas que inevitablemente fluían después de la quinta ronda de Jack Daniels, pero las cosas no habían funcionado, definitivamente los negocios de Sally no eran los del corazón.
Aquella tarde ella estaba sentada en la barra, sola, como se sabe, en esos casos es duro decir algo que resulte apropiado; él probó:
—¿Puedo invitarle una copa?
Cuando ella volteó a mirar quién le hablaba, dos luces celestes enmarcadas por un precioso y blondo marco golpearon rotundo el corazón de él. Allí había comenzado todo: las citas, el romance, la vida en común… y luego, los problemas.
En aquellos tiempos los negocios funcionaban perfecto y la plata fluía de continuo. ¿Cómo podría imaginar entonces el cambio que transformaría toda su vida? Él siempre había ayudado a los muchachos en su colocaciones; las relaciones con los patrones era lo suyo y siempre había ganancias de por medio, todos terminaban contentos y casi nunca había conflictos serios.
Un día había llegado a la oficina y se encontró con Tony, un fortachón hablando con un exótico tono extranjero; había ido a informarle que a partir de ese momento ellos se harían cargo de los contratos y él quedaba fuera del negocio. Claro que lo mandó al demonio, pero los tanos venían para quedarse y eran duros de combatir. De nada le sirvió estar en su país y con sus leyes, los tanos lo fueron abarcando todo: desde los contratos con los sindicatos hasta las apuestas y el licor. Ganar dinero fue haciéndose cada vez más difícil y él tenía cada vez más años. Había terminado recorriendo calles y tocando de puerta en puerta, haciendo sus cobros semanales y vendiendo sus minucias, recorriendo las aceras con sol, con lluvia y hasta cuando nevaba. Ella ya no se veía feliz. ¿Por qué no lo dejaba? ¿Por amor? Él no lo creía posible. Aunque también habían pasado los años por ella permanecía hermosa, pero aquellos maravillosos ojos de luna ahora eran duros y fríos para él: ¡Todo por el maldito dinero!
Siguió oyendo esa voz en que se combinaba a la perfección sensualidad y dureza, aún no entendía lo que decía, pero su sonido lo fascinaba. Aún dentro del sueño y la resaca abrió los ojos y se dio de frente con aquella pared helada y turquesa. 

                    Why don't you do right, like some other men do?
                   Get out of here, get me some money, too
                   Get out of here, get me some money, too
                   Get out of here, get me some money, too 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Berto Naviera, eres probablemente la persona que ha evolucionado más desde el inicio del proyecto Sombra del Aire. En cada colaboración tuya se hace notar un trabajo reflexivo de fondo, un trabajo, además, escritural y a consciencia. No obstante algunas veces se te van todavía ciertos detalles –cosa muy normal en un buscador del oficio en formación-, por ejemplo, si bien esta vez tu lenguaje es fluido, hay que ver que caíste en el exceso de “había”, revisa tu texto y cuenta cuántos tienes en cada párrafo. Por lo demás no me queda más que seguir felicitándote, me gusta mucho que te arriesgues en tu escritura y en los géneros musicales. Tu sección es de las más coloridas del blog. Enhorabuena, por favor nunca nos faltes.
N. A.